Las semillas de plantago comprenden las semillas de la planta plantago afra cuya denominación en latín es Plantago psyllium y la planta plantago índica,  con la misma denominación en latín; ambas son de la misma especie de plantas y son originarias de los países mediterráneos. El plantago es una hierba de un año de vida, que crece verticalmente, baja y con hojas delgadas y alargadas. En la parte superior de la hoja están las ramas floridas y forman una espiga cuando florecen. La medicina natural utiliza exclusivamente las semillas de la planta.  Las semillas de plantago pueden utilizarse en caso de restreñimiento o de enfermedades en las que es necesario que las heces fecales sean blandas, como por ejemplo hemorroides o fisuras anales. Además las semillas de plantago pueden utilizarse en caso de diverticulosis.

Se recomienda una dosis diaria de 10-30 g. que debe distribuirse durante todo el día. Esto significa varias tomas diarias de una cucharilla (aprox. 5 g.) de semillas de plantago que antes deben remojarse en aprox. 100 ml de agua, tomando adicionalmente 1 ó 2 vasos de agua. También se pueden mezclar en yogur, puré de frutas, quark o puding  y comerlo a continuación, sin esperar a que se reblandezcan.

Los mucílagos localizados en la superficie de las semillas se hinchan al tomarlas con suficiente agua y al aumentar su volumen (de diez a quince veces mayor que el volumen original)  contribuyen a activar la función intestinal, así como a facilitar la defecación, gracias a que las heces se vuelven más blandas. En caso de restreñimiento tiene efectos purgantes. Los efectos empiezan a notarse una vez transcurridas de 12 a 24 horas y después de 2 ó 3 días se consiguen los máximos resultados. En comparación con otros purgantes como el salvado de trigo y la linaza, las semillas de plantago se caracterizan porque la formación de gases intestinales es notablemente más reducida.

Al contrario del plantago de la India (Plantago ovata) las semillas de plantago afra no contienen almidón. El plantago ovata y el plantago afra contienen, a diferencia del plantago índica, glicósido iridoide Aucubin al que se le atribuyen unos efectos protectores para el hígado. Dado que las grasas que contienen las semillas de plantago se vuelven fácilmente rancias, las semillas trituradas o puestas en remojo deben conservarse como máximo 24 horas. Las semillas deben connnnnnservarse en lugares protegidos contra la humedad.

Un aspecto que no se conoce mucho es que las semillas de plantago se utilizan también para reducir el nivel de colesterol. Especialmente en casos de niveles ligeramente altos de colesterol se consigue reducir hasta un diez por ciento del nivel. Las semillas de plantago ralentizan la asimilación del azúcar lo que es muy importante para los diabéticos.